Muchas veces consultáis porque tenéis cistitis de repetición tras mantener relaciones vaginales (ya sea introduciendo dedos, juguete o pene). En las mujeres jóvenes es cierto que la penetración sexual tiene una relación clara con infecciones recurrentes de orina. La recomendación de extractos de arándanos se debe a que se ha demostrado que impiden que las bacterias (especialmente la E Coli, que es la causa más frecuente de infecciones de orina), se adhieran a la pared de la vejiga urinaria.
Pero por la práctica clínica las ginecólogas y urólogas han comprobado que no todas las mujeres con las mismas circunstancias repiten las infecciones, por lo que hay un componente endógeno que se refiere a cómo está la propia inmunidad.
En primer lugar, en las mujeres jovenes, la eficacia de los macrófagos para poder captar a las bacterias y virus depende de los niveles de hierro (ferritina) y de la cantidad de progesterona en la segunda fase de su ciclo menstrual.
En las infecciones después de la menopausia, que se han denominado también trigonitis, interviene también la sequedad de la mucosa vaginal por la deprivación hormonal (descienden los estrógenos del cuerpo), además de los pliegues que se forman en la vejiga por la caída de los tejidos. Es bueno enseñar ejercicios pélvicos para reforzar la musculatura de la pelvis.
Los tampones también pueden ser una fuente de infección por los materiales y el lugar donde se colocan. En este caso se cree que la copa menstrual evita la presión y sobre todo el contacto de la mucosa de la cara anterior de la vagina (zona periuretral, prostática o zona G) con los materiales tóxicos.
Recuerda que la síntesis de la hemoglobina es fundamental para multitud de procesos intracelulares, entre ellos la defensa contra organismos patógenos. Ante este panorama ¿Qué se puede hacer? Te lo cuento la semana que viene
