vulva me duele la regla

La ENDOhistoria de Cristina Y.

Yo tengo que tomar antibiótico todos los meses desde hace cuatro años, más parches, porque con adherencias, no se va, vuelve. Y hago una “falsa pancreatitis”, por el líquido intra-abdominal, que me irrita el peritoneo. Comer es una tortura: peso 42 kilos y mido 1’71. Los médicos que me llevaban me trataban casi de loca. Me ingresaron forzosamente en psiquiatría, bajo el diagnóstico de anorexia y dolores psicológicos, atada e intubada por la nariz. Ahora que saben lo que tengo, me tratan muy diferente: saben que la cagaron. He tenido que llegar a cagar sangre, me daba miedo ir a médicos, y me lo callaba, decía “no, que me tratarán de loca”. Recogía mis analíticas, de sangre en heces, y ni iba al médico, fotos y todo. Fiebre todos los días, y callada. Hasta que un día, hablando con una cirujana, me dijo: “Tú tienes endometriosis” y me llevaron a mirármelo, y sí, el camino para saberlo [el diagnóstico de endometriosis] ha sido muy duro. Ahora lo sé y no ha cambiado nada pero ya no estoy loca.

Una vida de parches, para no enterarte, para minimizar, mientras pasan los días, y tu cuerpo está peor.

Eso es la Sanidad, y la prisa que tienen. No solo un diagnóstico tardío de más de diez años, en los que te encuentras de todo. No, saberlo no es la solución, como al principio piensas, y te alegras: “¡por fin!, ¡sé lo que me pasa!”. ¿Para qué sirve? para nada, para saberlo, y más parches, hasta que no saben qué hacer contigo. Porque no, para esta enfermedad no hay nada, ni saben abordarla, ni saben lo que puede llegar a hacer, ni saben cómo estás de afectada, no saben nada, desconocimiento total, y las que llegamos tarde, llegamos ya cansadas, del peregrinaje, y mal, con esto avanzado, y aun saben menos que hacer [en estos casos]: listas de espera de meses, de años, en los que tu cuerpo cada vez está más afectado, porque sí, esta enfermedad no perdona, y avanza, y te coge y no te suelta.

Ya no pido una cura, pero sí un diagnostico precoz, y una calidad de vida. Nos la merecemos todas, ya vale de estar muertas en vida, chutadas hasta arriba de todo, para no sentir un dolor, para no ver cómo pasan los días sin pasar nada, no solo es dolor, esto no es solo dolor, te arruina en muchos sentidos, y va acompañado de la incomprensión, de gente, de personal sanitario. Porque no saben qué hacer, y hasta que no te ven en las últimas, solo son capaces de eso: de ponerte parches, que no solucionan nada, para que lleves mejor todo, hasta que llegue el maldito día en que alguien te trate en condiciones, y pueden pasar meses, años, en los que, como he dicho, tu cuerpo se va degenerando, y tu cabeza siente que no puede más.

Una vida de parches, para no enterarte, para minimizar, mientras pasan los días, y tu cuerpo está peor.

Eso es la Sanidad, y la prisa que tienen. No solo un diagnóstico tardío de más de diez años, en los que te encuentras de todo. No, saberlo no es la solución, como al principio piensas, y te alegras: “¡por fin!, ¡sé lo que me pasa!”. ¿Para qué sirve? para nada, para saberlo, y más parches, hasta que no saben qué hacer contigo. Porque no, para esta enfermedad no hay nada, ni saben abordarla, ni saben lo que puede llegar a hacer, ni saben cómo estás de afectada, no saben nada, desconocimiento total, y las que llegamos tarde, llegamos ya cansadas, del peregrinaje, y mal, con esto avanzado, y aun saben menos que hacer [en estos casos]: listas de espera de meses, de años, en los que tu cuerpo cada vez está más afectado, porque sí, esta enfermedad no perdona, y avanza, y te coge y no te suelta.

Ya no pido una cura, pero sí un diagnostico precoz, y una calidad de vida. Nos la merecemos todas, ya vale de estar muertas en vida, chutadas hasta arriba de todo, para no sentir un dolor, para no ver cómo pasan los días sin pasar nada, no solo es dolor, esto no es solo dolor, te arruina en muchos sentidos, y va acompañado de la incomprensión, de gente, de personal sanitario. Porque no saben qué hacer, y hasta que no te ven en las últimas, solo son capaces de eso: de ponerte parches, que no solucionan nada, para que lleves mejor todo, hasta que llegue el maldito día en que alguien te trate en condiciones, y pueden pasar meses, años, en los que, como he dicho, tu cuerpo se va degenerando, y tu cabeza siente que no puede más.

Yo no pido cura para esta mierda, pues no la hay, pero sí un diagnóstico precoz, y un trato más eficaz, prisa [rapidez], somos personas, personas pasándolo mal, personas viendo cómo se nos va todo, y viendo cómo esto, mes tras mes, te invade más. He perdido amigos, he perdido oportunidades, he perdido gran parte de mi vida, he perdido mi salud. ¿Dolor? ¡esto no solo es dolor!

Afecta a muchas cosas, a nivel digestivo, puede ser nefasto cómo te deja, fiebres, cansancio, etc. Te inflama, te irrita, hace que incluso órganos no afectados funcionen mal, como es mi caso: “gracias” a mis sangrados internos, muchos órganos ya no me funcionan bien. Con el paso del tiempo, te vas pegando [se forman adherencias], porque tu cuerpo es lo único que sabe hacer frente a eso, es la única forma de defensa que tiene ante la enfermedad; y, que tu cuerpo se pegue, te lleva a estar aún peor.

Nos han roto a muchas y llegará el día en que esto no será nada, porque las niñas serán diagnosticadas a tiempo, y les sabrán frenar esta mierda; pero las que llegamos tarde, llegaremos así de mal.

Y ya no saben qué hacer, poner parches, para que puedas aguantar hasta el día en que puedan hacer algo contigo, y ya no sabes ni cómo llegas. Por fuera se nos ve bien, pero estamos heridas, heridas que lloran, heridas rotas. Ya son muchas las mujeres que he escuchado con las que he hablado, y se palpa el sufrimiento, la desesperación, la impotencia, de ¿Qué hago por mí, si esto ya no está en mis manos? De vidas rotas, alas cortadas, YA VALE.

A mí no solo es el dolor, a nivel digestivo me está jodiendo viva, todo me sienta como una mierda, fiebres, rectorragias, un caos de vida mala. Y lo único que saben hacer es hincharme a medicación psiquiátrica para llevar mejor todo. Porque no puedo tomar lo único que me quita el dolor, que es el maldito tramadol, porque tengo gastroparesia. Y solo me quedan probar dos cosas para quitarme la regla.

La diferencia con el cáncer, que éste te puede matar pero la endo te deja muerta en vida.

Aparte de que nuestros implantes tienen vida propia y nos hacen estropicios cada mes. Lo fuerte es que, a pesar de llegar tarde al diagnóstico, cuando llegan [el personal médico], en lugar de decir: “¡Eureka, vamos a por todas ya!”, nooooo: ármate de paciencia porque van a seguir sin hacer nada. “Vamos a tardar lo máximo en operarte ahora que sabemos lo que tienes, cuando estés ya hecha una mierda. Te queremos bien pegada, si puede ser, con “pelvis congelada”, cuando ni la morfina te alivie”. Y ¡entonces, otro ¡zassss! [cólico] ¿Quién te mete mano [opera], ante tal cuadro complejo? ¡Pues más pacienciaaaaaaa!